Reglas de oro para la administración de medicamentos
La farmacoterapia, independiente de la vía que se va a utilizar, requiere seguir
las siguientes “reglas de oro”:
1. Administrar el medicamento correcto
Algunos medicamentos tienen nombre y aspecto similar. Confirme que sea el
medicamento correcto al sacarlo del cajón del paciente y antes de
administrarlo. Si tiene alguna duda, aclárela, consulte a su colega, al médico
que lo formuló o al servicio de farmacia.
2. Administrar el medicamento al paciente correcto
Comprueba siempre la identificación del paciente: pida al paciente que le diga
su nombre y/o revise la mantilla de identificación del paciente. Nunca utilice el
número de la habitación para identificar al paciente, es muy fácil equivocarse.
3. Administrar la dosis correcta
Modificaciones mínimas en la dosis formulada pueden ser importantes y
peligrosas. En algunos medicamentos el margen entre una dosis terapéutica y
otra potencialmente letal es muy estrecho. Compruebe dos veces la dosis
formulada con la que está a punto de administrar.
Tenga cuidado con los decimales. En caso de que la dosis parezca
inusualmente eleva o baja confirme directamente con el médico que la
prescribió
No aproxime la dosis al envasar los medicamentos, utilice la jeringa que
permite medir la dosis exacta.
Verifique los cálculos matemáticos de dosis y velocidad de infusión.
Compruebe dos veces la dosis prescrita.
Tenga en cuenta que los factores que influyen en la cantidad necesaria para
alcanzar una dosis terapéutica son: edad, sexo, superficie corporal y estado
general del paciente.
Para neonatos es ideal calcular la dosis por kilogramo de peso.
4. Administrar el medicamento por la vía correcta
La administración de medicamentos se puede realizar por vía oral y enteral
utilizando el tracto digestivo y por vía parenteral utilizando principalmente el
sistema vascular, el tejido celular subcutáneo, la dermis y mucosa, la masa
muscular y el canal medular.
Los factores que influyen en la elección de la vía de administración del
medicamento son múltiples, entre ellos tenemos: las propiedades químicas del
fármaco, la zona donde tendrán lugar las reacciones químicas, el tiempo de
inicio de acción del medicamento y la vía disponible.
Triturar una tableta o una cápsula de acción retardada puede dañar la acción o
comienzo de acción del medicamento dando lugar a concentraciones tóxicas.
No triturar, pedir asesoría al Químico Farmacéutico.
Los medicamentos parenterales actúan tan rápido que un error puede resultar
letal. Evite pasar medicamentos intravenosos (IV) directos, utilice buretrol y/o
bomba de infusión.
Si en una prescripción no se especifica la vía de administración, aclárela con el
médico que la formuló.
5. Administrar el medicamento a la hora correcta
Las concentraciones terapéuticas en sangre de muchos medicamentos
dependen de la constancia y regularidad del horario de administración. Nunca
administre un fármaco ni más de media hora antes ni después de la hora
indicada. Tenga en cuenta la dosis inicial para ajustar el horario de las
siguientes dosis.
Al diligenciar la tarjeta, tenga en cuenta que los horarios diurnos y nocturnos
tienen diferente color.
No confunda 12 del día con 12 de la noche, utilice 12 horas y 24 horas
respectivamente.
En lo posible, no programe medicamentos para ser administrador a la media
hora.
Utilice horas impares en la selección de horarios.
6. Obtener una historia farmacológica completa del paciente.
Conocer todos los medicamentos que está recibiendo su paciente puede
ayudarle a garantizar su seguridad. El riesgo de reacciones adversas y de
interacciones medicamentosas aumenta con el número de fármacos
administrados. Al ingreso interrogue al paciente sobre el nombre, dosis, vía y
horario de los medicamentos que viene recibiendo y realice los ajustes
necesarios. Además la unidad de medida que está utilizando. Pregunte al
paciente si está siendo tratado por más de un médico. Compruebe si está
tomando medicamentos que no requieren fórmula médica.
7. Investigar alergias del paciente a medicamentos
Recuerde que ningún medicamento es completamente seguro. Pueden
producir reacciones impredecibles y efectos adversos de aparición inmediata o
tardía. Las reacciones farmacológicas anafilácticas son fáciles de reconocer,
pero algunos signos de reacción alérgicas tales como sudoración puede
pasarse por alto.
Una reacción adversa es un efecto farmacológico no deseado, el cual puede
ser incontrolable, o peligroso. Una reacción alérgica es una respuesta física,
desfavorable, ante un efecto químico, no farmacológico. Puede variar entre
leve o grave, pero siempre es motivo para que se suspenda su administración y
los medicamentos de composición química similar. Pida al paciente y familiares
que informe a todos los profesionales sobre cualquier alergia que tenga.
Coloque en rojo, en la historia clínica, kardex, hoja para registro de
medicamentos, habitación y hoja de recibo y entrega de turno. Un rótulo con:
ALÉRGICO A: ___________. Repórtelo a la farmacia y en cada entrega de
turno.
8. Conocer las posibles interacciones farmacológicas
Siempre que se administren conjuntamente dos o más medicamentos puede
ocurrir una interacción farmacológica, La reacción puede aumentar o disminuir
la absorción o e] efecto de un medicamento. Los ancianos corren un mayor
riesgo debido a las alteraciones fisiológicas secundarias al proceso de
envejecimiento.
Algunos alimentos pueden influir en la acción farmacológica de ciertos
medicamentos. Cuando el paciente tiene formulado más de dos medicamentos
solicite a la farmacia realizar un análisis y asesoría para ajustar los horarios y
dosis. Controle estrechamente las concentraciones séricas del medicamento.
9. Educar al paciente sobre el medicamento que se le va a administrar
El tiempo que usted invierta en educar al paciente puede proporcionarle
beneficios al aumentar la seguridad y participación de éste. Informe acerca del
efecto farmacológico del medicamento y resalte la necesidad de una
administración constante, oportuna y el tiempo de duración del Tratamiento."
Recuerde que del cumplimiento y conocimiento de las terapias por parte del
paciente se obtiene el éxito o fracaso de los tratamientos farmacológicos.
Verifique que el paciente esté informado sobre cualquier proceso y tratamiento
recibido y estimúlelo a que pregunte libremente acerca de ellos al igual que
informe al médico sobre efectos secundarios y/o alérgicos producidos por los
medicamentos.
El paciente debe:
Aprender los nombres de los medicamentos y la dosis con horas exactas
Conocer los medicamentos que no puede tomar y la razón
Observar las características de los medicamentos (presentación) y las
condiciones de almacenamiento, los elementos y las unidades de medida
para tomar las dosis exactas.
10. Registrar cada medicamento que se administre
El seguimiento de las pautas anteriores debería ayudar a garantizar la
segundad de su paciente. Pero sigue existiendo un riesgo potencial: su
responsabilidad. Las historias clínicas tienen un papel protagonice,
fundamental y en ocasiones definitivo en los procesos de responsabilidad
médica. Si usted no registra lo que ha hecho, desde el punto de vista legal,
está comprometiéndose. La mayoría de los terceros pagadores y los abogados
están de acuerdo en que lo que no está registrado, no se ha realizado.
El registro del medicamento debe incluir el nombre del fármaco, la fecha y hora;
la dosis y la vía de administración. Realice el registro del medicamento
inmediatamente ente después de su administración. Registre sus
observaciones sobre la respuesta del paciente al medicamento, especialmente
si presenta algún problema o reacción adversa. En este caso anote las
medidas y acción que se realizaron. Registre el motivo por el cual no administró
un medicamento ordenado. El perfil farmacológico de los pacientes debe ser
registrado en hojas enumeradas.
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