La osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se vuelve más
poroso, con más aire en su interior, aumentando el número y el tamaño de las
cavidades o celdillas que existen en su interior (figura 1). De esta manera los
huesos se hacen más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor
facilidad. Las fracturas son, efectivamente, el síntoma y la principal
consecuencia de esta enfermedad.
Causas
El origen de la osteoporosis
debe buscarse en los factores que influyen en el desarrollo y la calidad del
hueso. El riesgo de padecer osteoporosis vendrá determinado por el nivel máximo de masa ósea que se obtenga en la
edad adulta y el descenso producido por la vejez. Además del envejecimiento, en su aparición
intervienen factores genéticos y
hereditarios.
La desnutrición, la mala alimentación, el escaso ejercicio físico y la
administración de algunos fármacos también pueden favorecer la aparición de la
osteoporosis.
Sintomas
Los especialistas señalan que algunas fracturas vertebrales pueden pasar
desapercibidas puesto que no se producen síntomas. En estos casos se pierde la
oportunidad de frenar la pérdida de masa ósea y reducir el riesgo de nuevas
fracturas.
Las fracturas más comunes en la osteoporosis son las del fémur proximal,
humero, vértebras y antebrazo distal (muñeca).
Fractura vertebral
Fractura de cadera
Fractura de
antebrazo distal
Prevención
La prevención de la
osteoporosis es fundamental para evitar el avance de la patología. Estas son
algunas recomendaciones para conservar y aumentar la densidad ósea:
- Mantener un consumo adecuado de calcio.
- Practicar ejercicios físicos en los que el paciente no tenga
que soportar peso corporal. Algunos estudios recientes han demostrado que
los ejercicios en los que es necesario que los músculos muevan los huesos
mantienen e incluso pueden aumentar la densidad ósea. Uno de los más
recomendables en este sentido es el body pump.
- Seguir un tratamiento farmacológico, si lo
prescribe el médico.
·
Historia clínica y exploración física: debe obtenerse información detallada acerca
de los factores de riesgo antes mencionados, aparición de dolor en la columna
dorsal o lumbar, o cambio en la intensidad o características de un dolor ya
establecido. En cuanto a la exploración física, la disminución de la talla o
aparición de cifosis son signos tardíos.
·
Radiografía: (antero-posterior
y lateral de columna dorsal y lumbar): es de gran utilidad para identificar
fracturas localizadas y determinar la altura de los cuerpos vertebrales (se
encuentra disminuido en caso de aplastamientos), pero su valor es muy limitado
para determinar la masa ósea, ya que solo se observa cuando la pérdida de masa
ósea es importante (generalmente superior al 30%).
·
Análisis de laboratorio: la fosfatasa alcalina es una sustancia de la
sangre que aumenta, en la osteoporosis, cuando se está reparando una fractura.
Además, puede ser útil la determinación de fósforo, calcio en sangre y orina,
hormonas del tiroides, niveles de vitamina D, y pruebas para determinar las
funciones hepática y renal.
·
Densitometría: es una exploración que utiliza dosis bajas de
rayos X para determinar la masa ósea. Previamente se utilizaban la tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética. Como valor de referencia se utiliza el
promedio de la densidad mineral ósea (cantidad de calcio y otros minerales que
hay en una sección del hueso) de la mujer adulta joven sana (puntuación T o
T-score en inglés). La diferencia entre el paciente y el valor normal se da
habitualmente en desviaciones estándar (DS).
La Organización
Mundial de la Salud clasifica la osteoporosis en función de los valores de la
densitometría realizada en la columna o cadera y establece cuatro categorías:
·
Normalidad: densidad mineral ósea superior a
-1 DS.
·
Osteopenia: densidad mineral ósea entre -1 y
-2,5 DS.
·
Osteoporosis: densidad mineral ósea inferior a
-2,5 DS.
·
Osteoporosis establecida: osteoporosis y
fractura por fragilidad.
Tratamiento
Dieta adecuada rica en calcio
Aporte de vitamina D:
Evitar el consumo de tabaco y alcohol:
No excederse con
la cafeína
Ejercicio físico
diario:
Calcio y
vitamina D
Bifosfonatos
(ácido alendrónico, ácido risedrónico, ácido etidrónico)
Raloxifeno
Terapia hormonal
sustitutiva (estrógenos/progestágenos)
Calcitonina
Teripratida
Denosumab